Autoestima en la Elección de Pareja

La Autoestima es la base para poder asumir los retos y desafíos que se presentan, es la confianza que tenemos en nosotros para todas las cosas que hagamos, así como también, nuestro derecho a ser felices, a conseguir todo aquello que tengamos planificado para enriquecer nuestra vida, permitiendo un crecimiento interior y ser mejores personas, mejores profesionales, trabajadores, padres, hijos, sin que ello signifique transgredir nuestra propia tabla de principios y valores morales, sino todo lo contrario, vivir de acuerdo con ellos (Macgo) .

 

Pero.... puede nuestra autoestima inferir en la elección de pareja?, la respuesta es sencilla SI !!!!.

Si nuestra autoestima es baja, seguramente buscaremos a un pareja en igualdad de circunstancia, ya que esta persona reforzará nuestra actitud decadente ante nosotros mismos y la vida, en el momento en que una de las partes de la pareja eleva su autoestima, es decir resuelve sus emociones y pensamientos de manera funcional, adquiere una utoconcepto adecuado, seguramente será quien propicie la separación de la pareja de quien ya no se siente identificada (o) o de quien ya no permitirá más ser controlado (a), se observan cambios como, un incremento de actividades que el benefician y refuerzan su camino hacia adelante, otro aspecto importante sobre autoestima y elección de pareja son las figuras primarias, en este caso nuestros padres, por ejemplo, si nuestra infancia fue guiada por una madre castrante, es decir, controladora, autoritaria (características físicas de este tipo de madres en general son corpulentas, voz grave, mirada fuerte), esto puede ser de forma manifiesta, un control evidente, otra modalidad es la oculta, es decir utiliazando el chantaje, el sufrimiento interminable, sumamente sacrificadas, serviciales, no toleran un NO por respuesta ya que tienen un bajo nivel de frustración, bajo control de impulsos, aspectos que tienen como finalidad un beneficio personal más que común, las personas que tienen este tipo de figura materna, buscaran parejas con las mismas características ya que en sus primeros años de vida fueron su fuente de seguridad y aprendizaje, o con características contrarias, buscaran parejas que se sometan como en algún momento los sometieron a ellos o ellas, las personas que cuenten con una pareja con características semejantes, de no haber tenido una figura materna castrante, seguramente sufren de baja autoestima por situaciones no resueltas.

Es primordial ser conscientes de cómo hemos actuado a lo largo de nuestra existencia, si lo hicimos con baja autoestima, es momento de tomar una decisión para generar un cambio y reparar, si apreciamos nuestras cualidades, nos ejercitamos en el autoconocimiento, somos tolerantes con nosotros, aprenderemos a querernos y respetarnos cada día, elegiremos una compañera o compañero sensatamente, sin idealizar, apreciando todas estas características no solamente en nuestra futura pareja, sino también en las demás personas, facilitando una mejor calidad de vida psicológica.
 Las parejas deben 'conectarse', si la pareja no se interesa por conocerse mutuamente y 'conectarse' con sus emociones, ¿cómo pueden amarse de verdad? Del conocimiento surge no solo el amor, sino la fortaleza para enfrentar las tormentas matrimoniales.
Por eso, las parejas 'emocionalmente inteligentes', sin forzar al otro, ni sentirse obligados, van conociendo 'el mundo' de su compañero. Así, recuerdan los eventos importantes en la vida de él o ella, y saben los objetivos y preocupaciones del otro.
 No somos media naranja. El mito de la media naranja nos lleva a pensar que somos una mitad en busca de la otra mitad que nos complemente. Aunque con carencias, somos unidades enteras que tienen que responsabilizarse de su propia felicidad.
No hay que ser todo de la otra persona. "Sin ti no soy nada". Este mito indica reminiscencias del vínculo materno-filial. Cortar el cordón umbilical es llegar a ser autónomo y, por tanto, libre (El Trome).

 Por Psic. Lizeth Ward